Acoger y proclamar el Reinado Social del Sagrado Corazón de Jesús, haciendo propio el anhelo manifestado por el Hijo de Dios y expresado por la Iglesia.
En tal sentido las virtudes por las que hay que trabajar son dos: caridad y sacrificio; pues son las que de un modo especial nos enseña Nuestro Divino Salvador considerado como Víctima.
Por la práctica y predicación de estas virtudes procurará el Instituto propagar en el pueblo cristiano la vida eucarística, la cual nos hace partícipes de los frutos de la Redención Divina y el horizonte transformador del mundo y la sociedad.
En la familia se fragua el futuro de la humanidad.
Los Jóvenes
A través de su promoción humana y cristiana en orden a la animación vocacional y a su misión evangelizadora en el continente, los jóvenes han de ser anunciadores de esperanza en el presente y en el futuro.
Los Pobres
Nuestra opción por los vulnerables es firme e irrevocable pero no exclusiva ni excluyente.
Responsable con La creación
Promover una ecología humana abierta a la trascendencia que respetando la persona y la familia, los ambientes y las ciudades, sigue la indicación paulina de recapitular todas las cosas en Cristo y de alabar con Él al Padre.
Movilidad Humana
Signo de los tiempos al que llama el Espíritu Santo, como realidad nueva y dramática en nuestros países.